La poesÃa: el arte de atender en toda su pureza.
Eliseo Diego.
Aprendà con mi hijo de diez años que la poesÃa es el descubrimiento de las cosas que no vi nunca.
Oswald de Andrade.
Antecedida y apoyada en experiencias de Viena, MedellÃn, Tabasco y La
Habana, nace la Escuela de PoesÃa que se realizará en el marco del
Festival de PoesÃa de Buenos Aires, que este año celebra su séptima
versión, del 24 al 29 de abril de 2012.
El
propósito dela Escuelaes indagar la experiencia poética desde diferentes
ópticas para intentar responder algunas preguntas engañosamente
simples: ¿Qué es la poesÃa?, ¿Qué hacer con un libro de poemas?, ¿De dónde
surge un poema?, ¿Para qué sirve la poesÃa?, ¿Qué nos hace el poema?
A través de actividades académicas no formales realizadas por algunos
de los escritores que nos visitan, mostraremos las posibilidades
creativas de la palabra, estimulando la reflexión alrededor de los
interrogantes arriba planteados, para que la puerta de acceso a la
poesÃa, que para muchos permanece cerrada, se abra generosa. Es
casi un lugar común creer que sólo pueden acceder los elegidos, esos
“muy estudiadosâ€.
¿Y si la poesÃa estuviera en todas partes, esperando la atención de cualquiera para ser develada?
Olmedo Herrera, un niño mexicano de 10 años escribió: “la poesÃa es
algo aburridor y sólo lo aprenden los poetasâ€. Alguien también dijo que
la poesÃa son palabras raras que se escriben para abajo. Muchos en su
vida cotidiana eluden abordar un libro de poemas, porque la poesÃa exige
y puede incomodar al desnudar tantas cosas. Resulta para tantos
conveniente tomar distancia de lo que quiere abrir sus ojos. Pero
para esos que trabajan en las bibliotecas, para los maestros, los que
quieren dar de leer a los otros, para el papá que se sienta en las
noches a leerle a su hijo mientras entra al sueño, para aquel que
quiera escuchar la música del mundo en el caracol donde resuena, que es
el poema -según Octavio Paz-, para ellos y todos, ofrecemos esta
primera Escuela de PoesÃa que pretende descubrir matices de la enorme
potencia de lo poético.
Queremos, ayudados por ustedes, contar el poder de las palabras, su riqueza cotidiana, hablar de la contemplación, el pensamiento y los sueños. De tantas cosas de nuestro ser, hermosas y crueles y canallas, que también la poesÃa alumbra, para no olvidar y revelar su condición, en su justa y precisa medida o fértil desmesura. La poesÃa nos ayuda a vernos, a ver.